viernes, 4 de febrero de 2011

La noche en que pude dormir


Me mudé a Areguá en una casa lo suficientemente alejada del pueblo y cercana al lago, en mi casa tengo una notebook, una heladera, una cocina, libros, discos, un golden retriever y la mujer que amo, tuve ganas de comer milho quente y me preparé dos, los puse en una vianda y fui a comérmelos a la orilla del lago, también llevé un libro de Jostein Gaarder y lo leí hasta  que se hizo de noche , volví a casa, abracé a mi mujer y nos acostamos en la hamaca paraguaya en el patio al lado del árbol de mandarinas a mirar las estrellas. Una brisa fresca acompañaba nuestra infinita conversación.

 Y todo esto lo hice en la noche que pude dormir